Sabias que…¿las creencias arraigadas en tu mente, dañan o mejoran tu vida?

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Mientras crecemos vamos adquiriendo creencias; maestros, padres y amigos nos dicen cosas como: “eres un desastre para las matemáticas...cantas como un pato y no podrías dibujar aunque tu vida dependiera de ello”.

Otros te dicen: “la vida es dura, siempre estarás quebrado, es culpa del gobierno…
Este es tu guion. 
¡Ahora vívelo! ”. Y nosotros lo hacemos como si se tratara de una obra de teatro. Lo creemos aún cuando arruina nuestra vida.


Cada uno de nosotros tiene creencias diferentes acerca del mundo y de lo que en él sucede, y todos sabemos que lo que creemos es lo correcto. ¿Por qué? ¡Pues porque estamos en lo correcto! Te voy a explicar porqué…

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Por ejemplo...
Luis cree que la vida es dura y que debe de trabajar 72 horas a la semana para poder mantener su hogar.

Al revisar la sección de avisos del periódico, encuentra una oferta de empleo en el condado vecino: “Se ofrece: horario flexible, oportunidades de viaje, auto de la compañía, salario competitivo”. ”Demasiado bueno para ser verdad. Debe ser un fraude”, piensa Luis.

Sigue buscando y encuentra otro aviso. Esta vez el empleo está a tres horas de su casa, no se ofrece auto, el horario es prolongado y el salario bajo. “A Luis le parece interesante”.

Cuando acude a la entrevista de trabajo, el joven reclutador, en tono insatisfecho le dice: “nuestro servicio cada día es pésimo, nuestros clientes nos odian y el dueño nos explota. Si realmente necesita el trabajo, puede quedarse”.

Luis muy entusiasmado le respondió: ¿cuándo dice que empiezo?

Aún sabiendo que las condiciones laborales no son adecuadas, Luis acepta trabajar para esa empresa. Con esta decisión Luis demuestra que su teoría de la vida es correcta: él es un desastre, pero al menos eso lo hace feliz.

Si nosotros le sugerimos a Luis, que deje de creer algo que ha aceptado a lo largo de 44 años, es muy probable que se moleste y su respuesta sería: “He sido un desastre durante 44 años  con este sistema de creencias, ¿y ahora quieres que renuncie a él y admita que he contribuido a crear este caos?

Realmente sería muy complicado cambiar su sistema de creencias, pero no imposible. Sin embargo, casi todos preferimos tener razón que ser felices. 

Para ver las cosas de otra manera no necesitas fuerza de voluntad, confianza o cirugía cerebral. Solo requieres el valor de pensar en algo novedoso. La próxima vez que te sientas molesto, recuerda que la causa no está en las personas que te hicieron enojar sino en tus creencias, estas pueden afectar tu vida de diferentes formas, principalmente en la prosperidad y abundancia.

Sean cuales sean los pensamientos que te provoquen dolor, son sólo pensamientos. Y puedes cambiar tus pensamientos.