Una madre siempre está dispuesta a todo, incluso a vivir su vida a través de sus hijos y eso no es tan bueno como parece.
Sentir la protección de una familia da fortaleza, pero cuando esta sobrepasa los límites de las decisiones, todo se transforma en una batalla sin sentido.
Y
esto fue lo que ella escribió:
Me quedé en el tormento de querer ser la mejor para que tú te sintieras orgullosa de mi…me aislé de todo lo que tu creías que no era correcto.
Abandoné sueños, solté ilusiones, dejé aspiraciones
para permanecer allí…me olvidé que existía para poder cuidarte, me olvidé que
hay un mañana y que debo de trabajar por ello.
Me olvidé que era un adulto y que las decisiones las
tomo yo…me olvidé que tenía un compañero que siempre me escucha y sigue
esperando a que le tome la mano para caminar juntos...me olvidé lo que es la
fuerza de voluntad.
Me olvidé que significa la libertad.
Olvidé ser sincera para decir las palabras que solo tú
quieres escuchar. Me olvidé de vivir la vida que se me ha concedido, por vivir
la tuya y hacerte sentir feliz, acompañada y querida.
Hoy solo tengo de ti…un reproche…por el simple hecho
de querer vivir mi propia vida.
Hoy solo tengo de ti un desprecio porque “ya no tengo
tiempo para ti”…y tú… ¿sabes dónde quedé yo?
He crecido madre, ahora soy un adulto que tiene
responsabilidades y que no logro seguir adelante porque no sé a dónde he
quedado yo.
Tengo un esposo que requiere mi atención, tengo una
vida que construir, tengo un hogar que formar…
…y tu solo me dices que yo he cambiado, que me han hecho
un lavado de cabeza, que antes era obediente y que ahora no hago caso…
No te basta con saber que estoy perdida, atada a mil
cadenas y sin fuerza para seguir… en fin… a ti nunca te ha importado lo que yo
siento, solo te preocupa lo que yo digo… y siempre digo todo lo que tú quieres
escuchar.
Seguiré intentando recuperar mi vida, seguiré luchando
con mis pensamientos hasta lograr romper esas cadenas que no me dejan avanzar.
Seguiré aunque sea en vano la lucha, yo seguiré…
Soy y seré la mala de la historia y tú la victima de siempre.
Autor:
Jeant Gómez
Jamás
tuvo el valor de enviar esa carta y estoy segura que nunca lo hará, porque hay
una amistad que conservar, un respeto que demostrar. Nadie quiere llevar la
etiqueta de mal hijo o de hija malagradecida.
Reflexión
Así
como le ha sucedido a Saham, se que hay más personas que se sienten atrapadas,
manipuladas como títere…incluso algunos toman un atajo que les ayuda a olvidar
por un momento esa desesperación, otros son más extremos y no logran controlar
las emociones y le ponen punto final a todo.
Siempre hay una salida, una luz en la oscuridad del túnel. No permitas que las emociones nublen tu juicio.
Hace tiempo alguien me dijo: Si la mayoría de tus problemas en casa son por contradecir a tu madre ¿qué pasaría si cumples tu parte y hablas solo lo que la otra persona quiere escuchar?
Le di vueltas a esa pregunta, hasta que la entendí, a prueba y error.
Después de ese
consejo invaluable, muchas cosas cambiaron en mi vida, al principio también me
rehusaba a “complacer” la órdenes de mi madre,
después se me hizo un hábito obedecer, hacer las cosas más rápido, y decir
lo que ella esperaba escuchar.
Ya no había más discusiones conmigo en casa. Ahora tenía un problema mayor, ya no sabía poner un límite y decir no cuando alguien me pedía algo, así que comencé a buscar mi equilibrio nuevamente hasta que desaprendí para aprender a tomar decisiones racionales y claro, aprendí a decir "no" cuando algo no era conveniente para mi o no estaba dentro de mis planes.
Han pasado varios años y recuerdo esas discusiones sin sentido, solo quedan en el recuerdo y con muchas lecciones aprendidas. Por ello te digo que toda mala relación con mamá o papá, tiene una solución, y siempre debes de considerar la más apropiada para ti, claro, sin perjudicar a otros.
Sé
que cada familia es diferente y cada individuo sabe qué infierno o qué paraíso
vive dentro, no hay familia perfecta, cada uno tiene una percepción diferente
sobre la perfección, así que nunca estaríamos de acuerdo, sin embargo hay
acciones y palabras que perjudican de igual manera a todos.
Con todo lo vivido, hoy solo puedo decirte que no te olvides de ti, de tu felicidad, de tus sueños, de lo que realmente quieres lograr. Vive… vive cada momento de tu vida, dale sentido. No permitas que otras personas, incluso tu madre, quiera vivir su vida a través de la tuya, con la típica frase “yo sé que es lo mejor para ti”.
Y esto no significa que dejarás de querer a tu mamá, o que la abandonarás, para nada, mamá siempre es y será sagrada porque es quien cuida de ti y a veces suele ser sobre-protectora y controladora, pero ese es otro tema que te voy a platicar en otro post...
Recuerda que cada persona tiene que aprender a diferenciar lo que es
bueno para su vida.